RETOS DE LA COMUNICACION EDUCACION COMO CAMPO DISCIPLINAR
"Al plantear como punto de partida no cómo usar los medios, sino los cambios que necesita la escuela para interactuar con el país, estoy haciendo frente a un mal entendido que el sistema escolar no parece interesado en deshacer: la obstinada creencia de que los problemas que atraviesa la escuela pueden solucionarse sin transformar su modelo comunicativo/pedagógico, solo con meras ayudas de tipo tecnológico. Esto es, sin duda, un autoengaño: mientras permanezca la verticalidad en la relación docente-alumno y la sencuencialidad en el modelo pedagógico, no habrá tecnología capaz de sacar a la escuela del autismo en que vive. Por eso es indispensable partir de los problemas de comunicación antes de hablar de los medios y las tecnologías”.
Jesús Martín Barbero
RESPONSABILIDAD DEL PROYECTO DE COMUNICACION DEL COLEGIO ALVARO GÓMEZ HURTADO IED
El proyecto tiene la responsabilidad de dinamizar y motivar a los diferentes estamentos de la comunidad para que formen parte de la propuesta desde sus saberes, experiencias y conocimientos puesto que se cuenta con talento humano capaz de enriquecer y fortalecer este proyecto y cuyo reto es: TRANSFORMAR LA ESCUELA DESDE SUS PRÀCTICAS PEDAGÒGICAS Y COMUNICACIONALES, pero que este reto debe estar sustentado a partir de las investigaciones y trabajos que se han realizado en este nuevo campo disciplinar “Comunicación –Educación”.
Cabe anotar que los campos de la comunicación y la educación durante décadas se han visto como campos académicos disciplinares separados, pero se ha incrementado el número de investigadores y estudios que vinculan Comunicación-Educación y que esta vinculación tiene dos caras: formación de sujetos y formación de sentidos, objetos estos de la educación y la comunicación respectivamente y que requieren de cuidadoso estudio para no caer el “reduccionismo”, es decir, al uso de los medios de comunicación como meros transmisores de imágenes y sonidos o reducir la comunicación simplemente a la cantidad de información y canales a través de los cuales se transmita dicha información y reconocer que la responsabilidad de la lectura, la escritura, la oralidad no está exclusivamente en las áreas de Lengua Castellana y de Inglés. Así que asumir el reto de una especialidad en Comunicación y Medios en una institución pública de educación básica y media no es una tarea fácil porque ello nos llevaría a transformaciones profundas en el acto mismo de educar y en las formas comunicacionales de la escuela, implicaría procesos reales de participación donde el estudiante dejaría de ser objeto para ser sujeto, se romperían los esquemas de simple transmisión de información o conocimiento para darle un sentido y significado a lo que se aprende, aquí cobra validez los aportes de Freire en su modelo cuando nos dice que la educación siempre ha estado marcada por el autoritarismo y la verticalidad y que para transformar es necesario reconocer que todos somos sujetos de aprendizaje, todos aprendemos de todos.
Cabe anotar que los campos de la comunicación y la educación durante décadas se han visto como campos académicos disciplinares separados, pero se ha incrementado el número de investigadores y estudios que vinculan Comunicación-Educación y que esta vinculación tiene dos caras: formación de sujetos y formación de sentidos, objetos estos de la educación y la comunicación respectivamente y que requieren de cuidadoso estudio para no caer el “reduccionismo”, es decir, al uso de los medios de comunicación como meros transmisores de imágenes y sonidos o reducir la comunicación simplemente a la cantidad de información y canales a través de los cuales se transmita dicha información y reconocer que la responsabilidad de la lectura, la escritura, la oralidad no está exclusivamente en las áreas de Lengua Castellana y de Inglés. Así que asumir el reto de una especialidad en Comunicación y Medios en una institución pública de educación básica y media no es una tarea fácil porque ello nos llevaría a transformaciones profundas en el acto mismo de educar y en las formas comunicacionales de la escuela, implicaría procesos reales de participación donde el estudiante dejaría de ser objeto para ser sujeto, se romperían los esquemas de simple transmisión de información o conocimiento para darle un sentido y significado a lo que se aprende, aquí cobra validez los aportes de Freire en su modelo cuando nos dice que la educación siempre ha estado marcada por el autoritarismo y la verticalidad y que para transformar es necesario reconocer que todos somos sujetos de aprendizaje, todos aprendemos de todos.
http://www.youtube.com/watch?v=VkhfYRW9v2M
http://www.rieoei.org/rie26a05.htm
http://www.pedagogica.edu.co/storage/nn/articulos/nodynud08_04tema.pdf
http://www.rieoei.org/rie26a05.htm
http://www.pedagogica.edu.co/storage/nn/articulos/nodynud08_04tema.pdf